EL SINTROM
Las enfermedades cardiovasculares son una de las primeras causas de mortalidad en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud fallecieron 17,7 millones de personas en el año 2015. Estas enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir, actuando sobre factores de riesgo como la mala alimentación, la obesidad, la inactividad física, el tabaco y el alcohol.
Para personas con alto riesgo cardiovascular que tengan más de un factor de riesgo como diabetes, hipertensión arterial o hiperlipidemia, es importante la detección precoz con tratamiento farmacológico y una adecuada alimentación.
Uno de los anticoagulantes orales más conocidos es el acenocumarol, su nombre comercial es el Sintrom. Se hace mediante la determinación del IRN (International normalized ratio) en sangre. Este fármaco requiere de controles periódicos mediante análisis de sangre para ajustar las dosis. Como hemos visto, la alimentación y otros fármacos pueden interferir en la absorción del Sintrom, por eso no hay una dosis fija para cada paciente.
El Sintrom actúa impidiendo la formación de trombos en sangre reduciendo los factores de coagulación que se producen en el organismo, la vitamina K interviene en estos procesos, su papel en la dieta es muy importante. Por ejemplo, si consumimos mucha o poca cantidad de alimentos ricos en vitamina K, el IRN puede salir alto o bajo y su médico puede aumentar o disminuir la dosis del fármaco descompensando los niveles de coagulación en sangre (pudiendo aparecer trombos o hemorragias). Por eso es muy importante seguir unas recomendaciones dietéticas por un/una nutricionista para mantener unos niveles adecuados de coagulación en sangre.
Los alimentos más ricos en Vitamina K son las hortalizas de color amarillo oscuro o verduras de hoja verde como las espinacas, el brócoli, el repollo, la lechuga romana, las endibias, la col rizada, los espárragos, ect.
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